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Quién es Satanás

Quién es Satanás

 


Para contestar esta


interrogante, lo primero que tenemos que hacer es consultar la Biblia, la Palabra de DIOS para tener la certeza de que recibiremos respuesta correcta.

NOTA: ["Este artículo y Existe el Infierno se complementan"]

Y no solo encontraremos la respuesta correcta sino dejaremos de verlo como la cultura actual lo representa, como un ser que anda corriendo, vestido de rojo, con cuernos en la frente y barba de chivo, eso sí, muy bien arreglada y afeitada, con una hora en su mano y sobre el hombro de una persona encomiándole a hacer el mal. Pero, reitero, si nos referimos a las Escrituras veremos que este personaje es completamente diferente a como nos lo han mostrado.



Es más, con frecuencia algunos “estudiosos” aseguran que su existencia es solo producto de imaginaciones religiosas, esotéricas y creada para infundir miedo en las personas y así obtener un provecho, que no es más que un producto de su propia imaginación insegura y a lo desconocido. Pero recordemos lo que dijo el poeta Charles-Pierre Baudelaire “La mayor astucia del diablo consiste en persuadirnos de que no existe”.

Él es el “jefe” de los demonios, su principal y cabecilla. Su nombre personal es Satanás, él es un verdadero poder espiritual y una fuerza que ha presente desde antes de la existencia de Adán y de Eva. En hebreo, satán, significa enemigo, adversario. Él es el acusador del pueblo escogido y enemigo de Dios por excelencia. Ese no fue su nombre al ser creado, él sucumbió al orgullo así como a sus ansias de rivalizar con Dios y querer recibir adoración de los demás seres racionales. Incluso, recordemos, que también a Jesús le pidió que le adorase.

En el Antiguo Testamento, leemos que Satanás se puso en pie contra Israel y David (1 Crónicas 21: 1). En el Nuevo Testamento, encontramos a Satanás tentando a Jesús en el desierto (Mateo 4:10). Las Escrituras también dan nombres alternativos para Satanás tales como “el diablo” (Mateo 4: 1), “la serpiente” (Génesis 3: 1), “Beelzebú” (Mateo 10:25), “el malo” 13:19), “gobernador de este mundo” (Juan 12:31), y “el príncipe del poder del aire” (Efesios 2: 2).

La Biblia nos enseña que este ser sobrehumano fue creado por Dios y está sujeto a Su Voluntad Soberana. Esto lo vemos en el Libro de Job, que aparece como uno de los “hijos de Dios” que le rinden cuentas e informes de sus actividades ante el Trono y, observemos, que necesita el permiso divino para tocar a Job (Job 1:6-2:7; Lucas 22:31).

Su hostilidad hacia Dios se lee en muchísimos pasajes de la Biblia. Ésta no deja lugar a dudas de que es un ser espiritual real y que está vivo y activo no solamente en la antigüedad, sino ahora, y hasta que nuestro Señor Jesucristo regrese y complete la restauración de todas las cosas como lo señala el libro del Apocalipsis en 21:1-8.

Por eso es un error tanto ignorar tanto su existencia como su influencia como sentir ese miedo que han generado la ignorancia, las películas y los mitos y, aunque parezca irónico, es lo que satanás quiere que veamos de él, versiones falsas y no bíblicas.

Entonces, se preguntará usted, cuál es la forma en que debemos verlo. Obviamente desde el aspecto bíblico. La Palabra de Dios dice que él es el padre de la mentira, el príncipe de las tinieblas y esto incluye el pecado y la muerte. Se no invita y conmina a “Ser sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8. Busca devorarnos a través de la tentación, el engaño y la desilusión.

El Evangelio nos enseña que Satanás ha sido ya destronado como el padre de mentiras ¡en nuestra vida! Hemos sido ya liberados del su dominio pertenecemos a Jesús y “ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es Cristo Jesús, Señor nuestro”. Romanos 8:38-39

Cómo evitar su influencia o las tentaciones de Satanás

Aunque un creyente en Cristo esté completamente asegurado por Cristo, esto no significa que Satanás pierde su actividad. Sabemos que esto es cierto porque Satanás no cesó de tentar a Jesús, aunque sabía que Jesús nunca podría ser derrotado (Mateo 4:1-17). Creo que ninguno hemos presenciado algo espectacular hecho por Satanás. No estoy diciendo que estas actividades no suceden, pero esto no parece ser la manera o el enfoque más común que Satanás usa. En cambio, las tentaciones de Satanás a menudo parecen estar atentos a golpearnos y alejarnos sólo “un poco” de seguir a Jesús. Satanás nos distrae del enfoque en Jesús tentándonos a cuestionar a Dios, especialmente en áreas en las que Dios ya firmemente ha declarado Su verdad en nuestras vidas.

Recuerde la manera en que Satanás usó este método con Jesús en el desierto cuando le preguntó: “Si tú eres el Hijo de Dios…” (Mateo 4: 3). Usando el término “si”, Satanás trató de golpear a Jesús sólo un poco y alejarlo de su misión evangélica. No parece que Satanás haya abandonado este método. ¿Se encuentra comprando las mentiras de Satanás? ¿Le ha golpeado un poco para que no se centre en Jesús?

La clave aquí es ésta: no combatimos a Satanás por nada que hagamos, sino por lo que Jesús ya ha hecho. Debemos poner nuestra confianza en la obra suficiente de Cristo en la cruz, creer que estamos seguros de Dios, que los planes de Dios son los mejores y que su Espíritu está vivo y activo dentro de nosotros, en este mismo momento y para siempre.

 

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