El Infierno
En nuestra época es muy común creer que el infierno no
existe, o que no es como la Biblia lo dice e incluso, existen sectas, como los
Testigos de Jehová, que niegan rotundamente su existencia y señalan que
simplemente es una imagen figurativa de castigo, pero que en realidad éste no
existe.
Sin embargo, JESUCRISTO y la Biblia hablan de su existencia como un lugar físico, llamado infierno, y en este artículo haremos referencia a varios pasajes bíblicos como apoyo. Señalamos que tanto el cielo como el infierno son reales, y que el castigo por el pecado incluye una muerte física y espiritual, incluido el llanto, el crujir de dientes y el tormento eterno. Ponemos especial énfasis en que DIOS es justo al enviar a quienes lo rechazan a este lugar de castigo, y que la única manera de evitarlo es aceptar el regalo de la salvación de JESUCRISTO. Discutiremos la importancia de entender y recibir el mensaje completo de la Palabra de DIOS, incluyendo el Antiguo Testamento, y vivir una vida que refleje los principios del Reino de Dios.
Lázaro y el rico
Iniciamos este tema analizando una historia, una historia auténtica y no una
parábola, que nos narra el Señor JESUCRISTO registrada en Lucas 16:19-31, donde
nos refiere a Lázaro y al hombre rico. Aclaremos que el Hades es otro término
para el infierno, y que el paraíso mencionado en la Biblia no es eterno, ya que
hay una nueva Jerusalén que es eterna. Además, si bien el infierno no es
eterno, el lago de fuego y azufre es el destino final para quienes rechazan el
evangelio, el cual representa un lugar de tormento eterno.
Debemos resaltar que se ha incrementado el número de personas que hablan sin
la debida autoridad comprometiendo los valores bíblicos y diluyendo la verdad,
pues éstas enseñan que llamar a Jesús "Señor" es suficiente para
entrar en el reino de Dios, ignorando, muchas veces intencionalmente, que hay
que recibir el evangelio y no depender de las buenas obras. Lea Lucas 13:25 y
analice la importancia de tener una relación de pacto con Dios. Es necesario
enfatizar y entender que el arrepentimiento es la clave para evitar el infierno
y la separación eterna de Dios, junto con confesar a Jesús como Señor y
Salvador, obedecer los mandamientos de Dios, dedicar tiempo a la oración y al
estudio de la Biblia diariamente así como lo imprescindible que es amar al
prójimo.
Existen seis aspectos que los creyentes deben hacer como evidencia de su salvación: arrepentirse, aceptar el evangelio, confesar que Jesús es el Señor de mi vida, creer en Su nacimiento, muerte y resurrección; obedecer los mandamientos; adorarle y servirle; pasar tiempo en oración; leer y meditar la Biblia; amar a nuestro prójimo.
Y no podemos decir que nadie puede entender y recibir el mensaje del
evangelio, ya que es tan sencillo que lo comprenden tanto niños como
adolescentes. La sencillez del mensaje está al alcance de todos. El amor de
Dios es una invitación abierta a todos, pero la gracia de Dios sólo se
encuentra a través del camino angosto de la fe en JESUCRISTO. En última
instancia, los creyentes están llamados a vivir una vida excelente que refleje
los principios del Reino de Dios.
Por tanto, no podemos enfocarnos únicamente en el Nuevo Testamento e ignorar
las enseñanzas del Antiguo Testamento, que incluían temas como el castigo, el
tormento y el arrepentimiento. Es esencial que los cristianos escuchen el
mensaje completo de la palabra de Dios para entender verdaderamente y recibir
el evangelio. La realidad del infierno es un hecho, y solo escuchar mensajes de
aliento, como algunos predicadores tienen por costumbre hacer, no producirá la
convicción necesaria para recibir verdaderamente el evangelio.
La Biblia enseña clara y explícitamente que el infierno es un lugar real al
que los malvados e incrédulos son enviados después de la muerte.
El infierno es literal, es un lugar de tormento en el que las almas son
torturadas.
Algunas opiniones dicen, y con razón, que se trata de un tormento
espiritual, pero a la vez tiene un aspecto físico, un sufrimiento físico por lo
cual estamos totalmente en desacuerdo con las personas que creen que el
infierno será un estado de gran remordimiento por y durante la eternidad.
Debemos estar conscientes de que es más que remordimiento y tristeza;
eso forma parte de que hay llanto y lamento y enfatiza la
Escritura que habrá crujir de dientes. Esto indica dolor, lo que
llamaríamos un dolor físico, un sufrimiento que puede sentirse.
Muchas personas en el mundo no creen en lo que llamamos un infierno literal.
Un gran número de ellas lo espiritualizan, argumentando todo para decir que el fuego
es algo simbólico, que no es realmente fuego, sino que es el ardor de saber que
estamos separados de DIOS. Pero la Escritura lo señala como un lugar real en el
que la gente sufrirá por la eternidad. JESUCRISTO así lo menciona.
Leamos, para ejemplificar mejor lo que hemos mencionado, en Romanos 6:23 dice "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro."
La paga es simplemente el resultado.
La respuesta de que el pecado genera la muerte es que el pecado tiene
un lado físico como también un lado espiritual. Así que
estamos hablando de la muerte espiritual que involucra un castigo
para el alma.
Las personas se justifican acerca de este versículo señalando que no tenemos
por qué experimentar ese castigo, que no lo merecemos, que DIOS no es justo al
enviar al infierno a personas que simplemente pecaron con faltas mínimas, que
no asesinaron, que siempre se portaron bien, que ellos no tienen porque pagar
la culpa del error y desobediencia de Adán y Eva y muchos argumentos más.
Sin embargo, no consideramos nuestras faltas a la luz de los Mandamientos.
Si preguntamos a cualquier persona si alguna vez ha mentido, si ésta es
sincera, debe confesar que sí lo ha hecho; o si ha deseado tener la fama, el
dinero, la posición u otro bien material de alguien más; o la pregunta clásica
a algún hombre: ¿ha mirado alguna vez a una mujer con lujuria? Estas tres
preguntas hacen que los Mandamientos ya no sean cumplidos. Y, tristemente, toda
la humanidad está inmersa en estas faltas de una u otra forma.
Por tanto, entonces, nos hacemos merecedores de castigo por haber violado esos Mandamiento, no importa si soy o no creyente. DIOS es el Soberano Creador de la humanidad. Entonces DIOS es justo al enviar a la gente al infierno, porque no solamente pecó sino que humanamente no hay forma de resarcir esas faltas. Es aquí donde entra la Dádiva de DIOS.
La dádiva de DIOS es el regalo que ÉL nos hace y la recibo cuando confieso,
pongo mi fe en JESUCRISTO reconociendo que he pecado, que ÉL murió en la cruz
paga pagar por mis faltas y que resucitó al tercer día. Solamente cuando
confieso con sinceridad y con una plena convicción de que esos sucesos son
ciertos, es cuando recibo, de DIOS esa dádiva. Leemos en Efesios 2:8 "Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;".
Ahondando más en este tema vemos que la 1ra.
Carta de Juan se nos menciona de cómo en los últimos días
habrá una gran apostasía, y una de las cosas con las que la gente apostatará es
que dejarán de creer en la Divinidad del Mesías. Tristemente esto es algo
creciente en la iglesia actual, que muchos están dejando de creer en la
Divinidad de JESUCRISTO y, si alguien no lo reconoce como Señor nuestro en
referencia a su Divinidad, tal persona no es salva a pesar de las predicaciones
alegres y falsas que argumentan muchos falsos maestros de esas mega iglesias y
seguidores de éstas.
Por eso es muy importante hacer conciencia en quienes aún no hayan tomado
la decisión de hacer de JESÚS el Señor de su vida, y de ese regalo o
dádiva increíble que proviene de un DIOS misericordioso que entregó
a su Hijo unigénito para que en lugar nuestro pagase la deuda que tenemos
con ÉL, un regalo que no podemos olvidar que no es algo barato, que
su costo fue la vida de JESUCRISTO, Su sufrimiento y Su dolor para
evitar que fuésemos al infierno.
Pasemos ahora a analizar lo que nuestro Señor JESUCRISTO en Mateo 25:41: "Entonces dirá también a los de la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y
sus ángeles."
Amado lector o lectora, note usted la palabra Malditos. DIOS nos
ofrece bendición o maldición, vida o muerte. Cuando usted elige escuchar y
tomar para sí el Evangelio de nuestro Señor JESUCRISTO, estamos eligiendo vida
y bendición, sin embargo, al rechazarlo estamos diciéndole que no nos interesa
nada de lo que ÉL nos diga y por consiguiente lo que estamos haciendo es elegir
la maldición y la muerte eterna.
A fin de cuentas, siempre estaremos sirviendo a alguien, ya sea servir a
nuestro Señor JESUCRISTO o servir a Satanás. Note usted que al rechazar el
Evangelio está usted comprometiéndose, acepte intelectualmente esto como cierto
o no, a servir a Satanás por toda la eternidad, ahí donde está destinado a
pasarla, en un lugar que la Escritura describe como el fuego eterno y que está
ya preparado y cuyo humo asciende por siempre y para siempre. Esto es real,
insisto, lo crea usted o no.
Infelizmente no existe una manera de evitarlo. Si ésta existiera ello
significaría que CRISTO habría muerto en vano. Pero es solo a través de ÉL y no
de cualquier otra forma, llámese ésta obras, religión, dogma, mecanismo u otro
término, que podemos tener vida eterna. Recuerde que si le rechaza, dice la
Escritura, está usted eligiendo el fuego eterno, el tormento, el sufrimiento,
el crujir de dientes.
Después de haber comentado Mateo 25:41,
leamos ahora lo que dice Lucas 13:28: “Allí
será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a
Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.”
Que tremenda advertencia. Considero que ninguno de nosotros desea o se
imagina en esa situación. Cuan bondadoso es DIOS y por lo cual debemos estar
altamente agradecidos que no ofrece Ese regalo gratuito de la salvación cuando
con sinceridad le aceptamos como Señor nuestro y entramos en un acuerdo con ÉL.
No seremos dejados fuera, sino, como dice la Escritura que leímos en el
párrafo anterior, que estaremos con Abraham, Isaac y Jacob, con los
profetas, con lo santos y con todos aquellos que no es que no hayan sido
pecadores y que muchos de ellos no hayan fallado miserablemente, lo que
sucedió, sucede y sucederá, es que la Gracia de DIOS es mucho más grande que
nuestro pecado y, al recibirla gratuitamente, sin hacer nada, sin merecerla
incluso, seremos admitidos y no seremos dejados fuera de Su Presencia ni de
estar con ÉL.
Entonces, esta es una elección y DIOS se mueve cuando le decimos que sí. Y no se nos olvide, tenemos la facultad, pues ÉL no presiona a nadie y le ha dado el derecho de decidir por sí mismo, de decirle que no. Así que quienes contestan negativamente le están rechazando y estas son las personas que tendrán remordimiento por siempre.
Como sugerencia a lo que acabamos de estar comentando respecto a estas
Escrituras le sugiero vea nuevamente el video que acompaña este artículo y lea
los versículos 23 y 24 del capítulo 16 de Lucas.
Es necesario volver a recalcar que esta es una historia que JESÚS está
mencionando, no es una parábola, es un hecho real. Una parábola como narración
es el relato de un acontecimiento ficticio que permite transmitir un mensaje de
contenido moral a través de una analogía, una comparación o una similitud, como
ejemplo leamos la parábola del sembrador. Las parábolas son cuentos de
intención didáctica que se sustentan en una mirada sobre el mundo que resulta
verosímil.
Leamos ahora Mateo 7:21-23 "No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos
me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."
Este es un pasaje muy conocido. El contexto es que El Mesías está diciendo “No todo el que me dice Señor, Señor”,
enfatizando que no basta con llamarlo Señor solamente, que el hacerlo así de
simple no hace que una persona entre al reino de DIOS por expresarse de esta
manera. Lo que esa persona necesita es arrepentirse de sus pecados y recibir el
Evangelio.
Pero estas personas, en vez de decir sí a la salvación, a reconocer que
la redención se debe a la obra de salvadora que hizo JESÚS, el
Mesías, el Ungido, empezaron a hablar de las obras que ellos
habían hecho, incluso que profetizaron en Su nombre, así como echado
fuera demonios y realizado muchos milagros. Que equivocado está quien
piensa que esto es meritorio y suficiente para obtener la salvación, pues cree,
como las personas del pasaje, que sus acciones y buenas obras hechas en
Su nombre son la base para entrar y ser aceptados dentro del Reino de
DIOS, pero no es así.
Un asunto muy importante es cuando ÉL les dice nunca les conocí. Este es un verbo griego en tiempo perfecto
que significa “no los conocí en el
pasado no los conozco ahora y no los conoceré jamás”. Todos los que confían en sus buenas
obras como la base para entrar al Reino de Dios nunca conocieron y
nunca tendrán una relación con JESUCRISTO, porque no se trata de
lo que nosotros hagamos, de nuestras buenas obras, sino única y
exclusivamente de lo que ÉL hizo en nuestro lugar sobre la cruz.
Consideremos ahora otra porción de la Escrituras y ésta se encuentra en los versículos
del 25 al 27 del capítulo 13
de Lucas (le invito a leer todo el capítulo para tener mejor
comprensión de lo que estamos tratando). "Después
que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera
empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo
os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces
comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas
enseñaste. 27
Pero os dirá: Os digo que no sé de
dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad ".
Esta es una excelente ilustración que nos habla de las personas que no
tienen una relación de pacto con DIOS por medio de JESUCRISTO. Si ÉL no
nos conoce es porque rechazamos su pacto, de esto nos está hablando y
revelando en cuanto a aquellos que quizás más adelante querrán estar
en el cielo pero llega un punto en el que es demasiado tarde. Recalcamos,
amada lectora o lector, que hoy es el día de salvación si escucha la
voz de DIOS. No endurezca su corazón como en el tiempo de la rebelión.
Reciba el evangelio ahora para que nunca estés en la posición de las
personas de los versículos recientemente leídos.
Y usted preguntará qué debo hacer para evitar el infierno y la separación
eterna de DIOS. Para empezar el arrepentimiento es vital, es la clave. No
existe evangelio sin arrepentimiento. Confesar a JESUCRISTO como Señor y
Salvador de nuestra vida, confesar con la boca y creer en el corazón que
JESÚS nació de una virgen, que murió y derramó su sangre en la cruz y
que al tercer día resucitó de entre los muertos, obedecer los
mandamientos de DIOS así como adorar y servirle, pasar tiempo en
la Palabra (leer la Biblia) y en la oración diariamente así como amar
a nuestro prójimo, es en resumen, de lo que deberíamos estar haciendo.
La oración del pecador es antibíblica |
Deseo resaltar un punto a este último párrafo. En no pocas congregaciones se estila la llamada "Oración del pecador". Con frecuencia la persona que la pronuncia, es llevada emocionalmente tanto por un sermón como un cierre del mismo motivador bajo música ambiental ad hoc, pero sin explicación alguna de lo que significa lo que está diciendo. Todo lo que hace es repetir la oración que el predicador le invita a hacer resumiendo en un te amo JESÚS y te invito que entres a mi corazón. Punto, nada de arrepentimiento, nada que le haga ver y reflexionar en su vida actual y pasada.
Si leemos detenidamente qué debo hacer para evitar el infierno y la
separación eterna de DIOS, tenemos ahí seis puntos. Las dos primeras son la
base de la salvación para poder entrar al Reino de Dios y evitar el infierno.
Las últimas cuatro se basan en obedecer los mandamientos adorar y servir a
JESUCRISTO, pasar tiempo en oración y lectura diaria de la Biblia y amar a
nuestro prójimo. Todo ello son las condiciones que los creyentes han sido
llamados a ser, y son como demostración de su salvación. Es servir a DIOS.
Entonces las primeras dos son la base de la salvación mientras que las últimas
cuatro son la evidencia de la salvación, de cómo se comporta un verdadero
creyente.
Cito al pastor Charles Stanley acerca de este punto. Él dice: "No
considero que DIOS quisiera hacer más difícil o confuso este mensaje del
Evangelio, y no lo considero por que el Evangelio es tan claro y simple
que los niños y los adolescentes pueden entenderlo y recibirlo. Alabamos a DIOS
por hacerlo tan simple que hasta yo puedo entenderlo".
Así que, si usted quiere evitar el infierno, repito, lo crea o no, nuestro
Señor JESUCRISTO, menciona que SÍ EXISTE, analice el pasaje bíblico,
posiblemente el más conocido, de Juan 3:16 y
ponga mucha atención donde señala para que
todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna".
16 Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
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